La intervención de Paula Bruna, en colaboración con el Institut Botànic de Barcelona, se desarrolla dentro del proyecto Plantocè (iniciado por el artista en 2017). Plantoceno es una investigación en la que Bruna confronta el reino vegetal y la sociedad humana, pone en cuestión la hegemonía de nuestra especie y genera imágenes que sugieren un escenario poshumano.

Para Bruna, ante la situación de crisis medioambiental es necesario repensar las relaciones de los humanos con el resto del planeta, especialmente con los organismos vivos, atendiendo a sus realidades y no sólo desde una perspectiva de aprovechamiento económico o de servicio para los humanos. Por eso Bruna nos invita a situarnos en el «punto de vida» de las plantas y, desde ahí, girar la mirada hacia nuestra sociedad. Esta revisión desde una mirada ajena pone en evidencia las ficciones que impregnan y limitan el pensamiento occidental, como el supremacismo, el colonialismo, el sexismo, o el binarismo.

En el festival Panoràmic Bruna presenta dos trabajos realizados en el marco de este proyecto:

Desear como inmortales (vídeo)

La planta cruel ( Araujia sericifera ) está considerada una especie invasora en nuestras latitudes. Originaria de Argentina, se expandió por Europa a partir de su comercio para decorar jardines. El relato de la planta cruel en occidente habla de deseo y rechazo, posesión y rebelión, culpa y castigo por no someterse al control de los humanos. Su historia tiene todos los ingredientes de una película de cine noir donde ella, la planta, tendría el papel de femme fatale .
A partir de las semillas de la planta cruel, y entrelazando la historia de esta planta con los recuerdos personales del artista, el video transcurre por la vertiente atractiva y peligrosa del deseo y, desde el otro punto de vista, por el exhuberante rebeldía y la sumisión de lo deseado.

Una dansa moderna (instalación)

La Araujia sericifera es una planta con dos personalidades botánicas: En Sudamérica recibe el nombre de Jazmín de Tucumán, y es una planta nativa muy apreciada por ser el hábitat de la mariposa monarca. En cambio, en nuestras latitudes se la conoce más como Planta cruel y está considerada una invasora muy agresiva. Este relato sobre dos identidades radicalmente opuestas depositadas en una misma planta recuerda a la historia de dr. Jekyll y Mr. Hyde (Robert Louis Stevenson, 1886).

Conocida como Mala madre o Madre de millones, la Kalanchoe x houghtonii es fruto de un cruce artificial llevado a cabo en los años 30 por un jardinero que buscaba una planta más bonita y más resistente. Justamente estas características le han llevado a ser catalogada como una de las especies invasoras con mayor poder de expansión que desencadena catástrofes ecológicas. El relato de la Madre de millones presenta similitudes con el monstruo de Frankenstein (Mary Shelley, 1818), una criatura creada por un humano irresponsable que acaba siendo perseguida.

En «Una danza moderna», las versiones vegetales de Mr. Hyde y Frankenstein escenifican un baile moderno; una danza de phyto-monstruos creados por la modernidad fruto de nuestro deseo sin límites de posesión y control; una coreografía de zombies del post-antropoceno que muestran su superioridad hacia los humanos con un movimiento suave de una ternura amenazante.

El conjunto del proyecto se podrá ver en varios lugares de la ciudad:

Lugar: Fundació Foto Colectania . Del 21 al 23 de octubre. Desear como inmortales

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Lugar: Grisart . Del 20 de octubre al 27 de noviembre. Una dansa moderna y Desitjar com a inmortals

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Lugar: Institut Botànic de Barcelona . Del 20 de octubre al 27 de Noviembre . Audiovisual sobre el proceso de trabajo. 16 de noviembre a las 19h Presentación del proyecto y conversación entre Paula Bruna y Mercè Alsina

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Obras realizadas con la colaboración del Institut Botànic de Barcelona, Cultivamos Cultura, MEIAC Badajoz, Ana Lorente, Juan Antonio Cerezuela, Llapispanc.