Un retrato robot o _spoken portrait_ en inglés («retrato hablado») es una reconstrucción gráfica de los rasgos faciales de una persona, que se elabora a partir de la descripción de alguien que la conoce. Esta técnica forense se utiliza desde la década de 1950 para ayudar a identificar delincuentes o personas desaparecidas. A pesar de que en la actualidad hay programas informáticos que facilitan la misma tarea, a menudo la policía, en este caso los Mossos d’Esquadra, continúa prefiriendo la habilidad de un dibujante que interpreta testigos orales. Por una teoría del arte, el retrato robot implica el proceso inverso del ècfrasi, que consiste en traducir una imagen en palabras. Para la semiología, muestra tanto la fluidez como la fricción entre información verbal y visual. Y para la historia de las tecnologías de la imagen, constituye un precedente de los dispositivos generativos «_texto tono image_» de inteligencia artificial, donde lo _prompt_ sustituye las instrucciones del testigo y el algoritmo al dibujante.