La exposición se articula en 5 ejes:

Las prisiones: representan una de las restricciones más antiguas y dolorosas, no sólo porque son espacios que privan de libertad sino también por el acoso del vigilante, el celador o el carcelero, actualmente acompañado de cámaras y monitores de videovigilancia de todo tipo. Primero, te despojan de la propia huella digital, después de la imagen y, por último, del nombre. El preso es un número, un sujeto que se encuentra bajo una mirada atenta y constante.

*Con imágenes de la cárcel La Modelo de Barcelona y sus internos, provistas por el Memorial Democrático. Imágenes de El asesino de Pedralbes ( Herralde, 1979) Salvador (M. Huerga, 2007) La Vampira de Barcelona (Ll. Danés, 2020)

Los hospitales: A menudo también se nos niega la privacidad en situaciones concretas en nombre de nuestro propio interés (¡qué expresión más terrible!): por ejemplo, en los hospitales y asilos, donde tenemos acceso a unos determinados cuidados a cambio de estar siempre a la vista y bajo el criterio de profesionales, por dentro y por fuera. El resto de pacientes son testigos inevitables de esa situación. Tal y como sucede en los aeropuertos y otros espacios donde se han ritualizado molestias humillantes pensadas para la docilidad del individuo y no tanto para la propia seguridad, el espacio sanitario nos despoja a través de una bata y unos límites infranqueables de libertades básicas que entregamos en nombre de nuestro propio interés.

*Con imágenes de Monas como Becky (J Jordà. 1999)

La infancia: a través de instituciones como los internados o en prácticas como la iniciación religiosa, ha conocido el hecho de sacrificar su privacidad como una herramienta de control e integración. Las instituciones militares, en este sentido, han sido un ejemplo: nada de lo que sucede está pensado para el crecimiento o el recogimiento personal. Al contrario. Muchas obras de ficción han reflejado la importancia de escapar de estos intrusos de la infancia a través del arte, el exceso o la rebeldía.

*Con imágenes del Archivo fotográfico Barcelona y fotografías de Xavier Miserachs.

El Espacio público: “Las paredes tienen orejas” es una expresión que se solía utilizar para prevenirnos de espías y cotilleos. Actualmente, las paredes tienen ojos infinitos y nadie escapa. El espacio público no ve nada como ajeno, no conoce el derecho a la privacidad y, en él, se confunde “ser” con “exhibirse”. En la calle somos el objetivo de cualquiera, tanto si estamos en tránsito como durmiendo en un cajero o aparecemos enmarcados en nuestra propia ventana. Hace cincuenta años, los paparazis entendieron las calles como un escaparate. Hoy lo hacemos todos: corporaciones, autoridades, influencers, turistas, artistas y curiosos. Todos nos hemos convertido en mirones aplicados, espías accidentales y notarios sin la carrera de la historia.

*Con imágenes de Txema Salvans Prostitutas en las carreteras, Joan Colom y Agus Prats. Imágenes de cine y vídeo: Barcelona Show (Carles Barba), El alegre paralelo (Ripoll Freixas y M. Ramon).

El álbum: «Inventar el tren es inventar el accidente de tren», según decía el filósofo Paul Virilio. Bien, pues hacer una fotografía es compartirla. . Aunque tengamos pensado reservarla para nuestro álbum o caja de los secretos, todas las imágenes capturadas existen para ser compartidas y su circulación será inevitable, aunque no lo queramos. Las imágenes, en píxeles o en papel, terminan formando parte de un dominio público fascinante, un álbum colectivo lleno de bellos errores y horrores hilarantes que cuenta con sus propios cazadores, ladrones, coleccionistas y recolectores.

La exposición se articula en 5 bloques compuestos de cientos de imágenes impresas en formato mural que recrean el imaginario visual al que se refieren, tanto desde el mundo del arte, el cine y/o la publicidad. Estos murales se imprimen con papel encolado y se adecuarán a las medidas de cada centro. Los murales van acompañados de 4 audiovisuales que muestran los referentes cinéfilos.

Requerimientos de montaje:

• Sala de exposiciones de mínimo 30 m² y máximo 100 m² que pueda encolarse o vinilar las paredes.
• 4 TV
• Mesa y vitrinas para los libros

La propuesta educativa está dirigida a ESO, Bachilleratos y otros entornos educativos y la dinamiza la Salida.

Toma la forma de un “Dispositivo Pedagógico” que:

• Ofrece un itinerario educativo con varios momentos (descubrimiento y estimulación, acción creativa, visita-conversación y cierre y valoración) que suponen una experiencia de interacción con las exposiciones.

• Parte de las potencialidades del arte como motor del aprendizaje y de las capacidades expresivas de las personas.

• Es flexible y adaptable a las necesidades de cada contexto y los intereses de cada grupo.

• Combina sesiones virtuales y presenciales y se recibe el apoyo y acompañamiento del equipo educativo del Panorámico.